Como sabemos, el proceso de reciclaje consiste en obtener una nueva materia prima o producto, mediante un proceso fisicoquímico o mecánico, a partir de productos y materiales ya en desuso. Con el objetivo de alargar el ciclo de vida de un producto, ahorrando materiales y beneficiando al medio ambiente al generar menos residuos.
Día con día los ciudadanos generamos un mayor número de residuos por lo que resulta muy importante aprender sobre el proceso de reciclaje para que de este modo, todos colaboremos en el mismo.
Separación de residuos
Es importante saber que el proceso de reciclaje varía en función del tipo de producto. Así que el primer paso a seguir es determinar si los productos pueden ser utilizados de nuevo o no, para poder reciclar, primero debemos separar los residuos en el contenedor para reciclaje correspondiente según el material del que están hechos.
Esto puede incluir vidrio, papel, cartón, aluminio, latas, etc… La instalación de contenedores adecuados en lugares estratégicos para que las personas puedan depositar los artículos correctos en los recipientes correspondientes, es el comienzo del proceso de reciclaje facilitándolo y agilizándolo.
Si bien el proceso exacto de reciclaje depende de cada residuo, podemos diferenciar los siguientes tipos de reciclaje a grandes rasgos:
- Mecánico: Todas las técnicas y procesos que incluyen trabajo manual o ayudado por máquinas. Este tipo de reciclaje se utiliza mucho en la clasificación de residuos mezclados y en el reciclaje del plástico.
- Químico: Incluye técnicas y procedimientos que implican cambios en la estructura química del material.
- Energético: Se trata de reciclaje de materiales cuyo fin es el aprovechamiento energético.
- Biológico: Busca la degradación de toda materia orgánica en presencia o ausencia de oxígeno.
Como ya mencionamos, cada tipo de material o de residuo puede recibir un tipo de reciclaje específico, a continuación te explicamos algunos de ellos:
Reciclaje de papel y cartón
Todo empieza con la recogida de estos residuos y su traslado a la planta. En una máquina llamada “pulper” se mezclan con agua, se utilizan aditivos para darle más resistencia y blancura y se retiran los impropios (tintas, grapas,…)
Después se tira esta pasta de papel en un tamiz que forma una “alfombra” y pasa por bobinas que la secan y los alistan para la producción de nuevos productos.
Reciclaje de plástico
El plástico es uno de los residuos que más tardan en degradarse, algunos elementos de este material pueden durar en la naturaleza cientos de años.
El reciclaje del plástico puede llevarse a cabo de manera mecánica o química.
- Mecánica.- La primera consiste en recoger el plástico, limpiarlo, molerlo o trocearlo en pequeños trozos, nuevo lavado y enfardado. Este material es separado en calidades y colores, y se utiliza para crear nuevos productos mediante extrusión o inyección.
- Química.- Este reciclaje degrada el plástico para conseguir moléculas simples, utilizando métodos como la:
- Pirólisis (altas temperaturas en ausencia de oxígeno)
- Hidrogenación (altas temperaturas en presencia de hidrógeno)
- Gasificación (convierte al plástico en combustible en presencia de oxígeno o hidrógeno)
- Craqueo (altas temperaturas y catalizador).
Reciclaje de vidrio
Una de las principales ventajas del vidrio es que puede ser reciclado y reutilizado tantas veces como sea necesario sin perder características ni propiedades.
Cuando llega a las fábricas se separa por color: verde, marrón y transparente.
Después, se separa de todo material impropio como etiquetas y tapones. Sigue con la trituración del material en polvo, que se llama calcín, y que una vez sometido a altas temperaturas y añadido arena, hidróxido de sodio y caliza, se consiguen fabricar nuevos productos.
Reciclaje de textil y calzado
La ropa recogida y que no puede ser reutilizada se deshilacha para formar parte de otros productos, como mantas, materiales de insonorización, trapos para uso industrial, etc…
Pero si esto no es posible, su destino es la incineración con recuperación de energía o su depósito final en vertedero.
Reciclaje de residuos orgánicos (biorresiduos)
Son todos los residuos biodegradables que podemos encontrarnos en los sectores doméstico y comercial y que pueden ser de origen animal o vegetal: restos de alimentos y cocina, restos de poda, etc…)
Su reciclaje es totalmente biológico y se busca estabilizar toda la materia y su higienización.
Por medio de tratamientos anaeróbicos o aeróbicos, en las que poblaciones microbianas utilizan toda esta materia como “alimento” ayudando a su degradación y transformando un residuo mezclado y sin valor en un compost homogéneo con valor para la agricultura.
Reciclaje de pilas y baterías
Estos residuos son potencialmente muy peligrosos y contaminantes. Son sometidos a un proceso mecánico para su trituración refrigerada. Después se lavan con agua y pasa por una mesa vibratoria que separa los metales férreos, no férreos, plástico, papel y polvo de pilas.
Este polvo tiene otro proceso hidrometalúrgico que con ayuda de otros reactivos consigue recuperar los diferentes componentes.
Reciclaje de chatarra o metales
La mayor parte de los metales que existen pueden fundirse y volver a procesare creando nuevos metales. Metales como aluminio, plomo, hierro, acero, cobre, plata y oro son reciclados fácilmente cuando no están mezclados con otras sustancias, porque pueden ser fundidos y cambiar de forma o adoptar la misma anterior.
Reciclaje de aparatos eléctricos y electrónicos
La mayoría de estos residuos reciben un tratamiento mecánico que consiste en separar los diferentes materiales para su clasificación y valorización.
La dificultad se encuentra en aquéllos aparatos que contienen fluidos o sustancias que son muy contaminantes para el Medio Ambiente y sobre todo con la capa de ozono.
Ejemplos son los gases CFC, HCFC, HFC y otros compuestos orgánicos volátiles, como los de tipo de hidrocarburo (neveras, congeladores, aparatos de frío,..)