La reutilización de residuos orgánicos es de gran importancia para reducir el impacto ambiental que generan dichos desechos.
La mayoría de estos residuos proceden de las industrias agroalimentarias, de hogares y domicilios o de comercios.
Se pueden dividir en las siguientes categorías:
- Fracción orgánica (FO): formada por restos de la preparación de la comida o manipulación y elaboración de los productos alimentarios
- Fracción vegetal (FV): formada por restos vegetales de pequeño tamaño y de tipo no leñoso procedentes de jardinería y poda
- Poda: formada por restos vegetales de jardinería y poda de mayor tamaño y de tipo leñoso
¿Qué tratamiento se le puede dar a estos residuos?
Compostaje:
Es un proceso biológico aerobio (con presencia de oxígeno) que, bajo condiciones de ventilación, humedad y temperatura controladas, transforma los residuos orgánicos degradables en un producto estable e higienizado llamado composta, que se puede utilizar como abono orgánico.
Digestión anaeróbica:
También llamada biometanización, es un proceso biológico que tiene lugar en ausencia de oxígeno, en el que parte de la materia orgánica de los residuos orgánicos se transforma, mediante la acción de los microorganismos, en una mezcla de gases (biogás), constituido principalmente por metano y dióxido de carbono y otros gases en pequeñas cantidades.
El biogás generado se puede considerar un buen combustible, y es útil para la combustión y generación de calor y/o energía eléctrica.
Los contenedores para residuos de comidas y cocina pueden ser los mejores aliados para realizar una correcta separación de los desechos orgánicos de cualquier otro residuo y de este modo agilizar el proceso de reciclaje o reutilización de cada residuo.